T-249, …al bosque a trabajar…

La historia de esta nueva sima en las laderas del Pico del Acebo, comienza con su localización hace justo un año, poco antes de la declaración del estado de alarma y el consiguiente confinamiento. Por lo tanto, estaba aún sin descender, pero la semana pasada, por fin un equipo de «deportistas federados encartados» se ha animado ha despejar las incógnitas que había sobre ella. Se trata de un pozo de unos 55 metros sin repisas. Para instalarlo, hemos empleado 8 fraccionamientos con los que evitar las zonas de roca suelta colmatada por colada.

Dado que se baja bastante pegado a la pared, es facil desprender de ella multitud de piedritas y arena que son difíciles de evitar para los que se encuentran por debajo del que desciende. (No hay sitios para refugiarse)
El pozo acaba en una fuerte estrechez, desarrollandose a su lado, otro pozo paralelo también estrecho, pero que no baja tanto. El pozo paralelo está lleno de agua, que llega por un meandro que se alimenta de una pequeña grieta paralela.

No detectamos movimiento de aire en ningún lugar de la sima, y la damos por finalizada.